La inteligencia artificial (IA) está transformando industrias, redefiniendo modelos de negocio y acelerando la toma de decisiones en todas las funciones. Ya no es un tema exclusivo de tecnólogos — es un imperativo de sala de juntas. Sin embargo, en la mayoría de las juntas directivas hoy, la IA aún brilla por su ausencia.
Lo he visto de primera mano. Como miembro de varias juntas en distintas industrias, he comprobado que la IA no figura como un punto regular en la agenda. La mayoría de los directores —aunque altamente experimentados— reconocen abiertamente que tienen conocimientos limitados sobre los riesgos, capacidades e implicaciones de la IA. Los datos confirman esta experiencia. Según un análisis reciente del S&P 500, mientras el 52% de las empresas reporta avanzar rápidamente con IA, solo el 31.6% de las juntas tiene supervisión formal en marcha. Y el 75% de los directores describe su dominio de IA como “limitado” o “mínimo”.
La buena noticia: se me ha invitado a estas juntas precisamente para cambiar eso — para ayudar a los líderes a entender cómo la IA se conecta con la estrategia, la creación de valor y la gestión del riesgo. Pero para la mayoría de las organizaciones, esa transición aún no ha comenzado. Y en este momento de disrupción acelerada, no hacer nada ya no es neutral — es una vulnerabilidad.
La gobernanza de IA es estrategia
Las juntas siempre han sido responsables de supervisar riesgos, asegurar alineación con el propósito y guiar un crecimiento sostenible. Hoy, la IA impacta las tres responsabilidades.
La IA generativa, en particular, avanza más rápido de lo que muchos modelos de gobernanza pueden adaptarse. Según Deloitte, solo un tercio de las organizaciones está preparado para escalar la IA de forma responsable, aunque la mayoría ya la está piloteando. La guía global de Ernst& Young ‘s (EY) para juntas es clara: la IA ya no es solo un asunto de cumplimiento normativo — es un lente estratégico a través del cual deben evaluarse todas las decisiones.
La gobernanza de IA no trata solo de tecnología. Se trata de entender cómo los sistemas inteligentes moldean decisiones, experiencias de clientes, modelos de talento, ciclos de innovación y confianza pública. Las juntas que no se involucren a este nivel corren el riesgo de quedarse atrás — no solo en competitividad, sino en responsabilidad.
Una hoja de ruta clara para juntas directivas
¿Qué significa en la práctica una supervisión efectiva de IA? Basado en investigaciones de Deloitte, EY y en mi propio trabajo en salas de juntas, estas son cinco prioridades urgentes:
- Alineación estratégica
La IA debe integrarse en la estrategia corporativa, no tratarse como una iniciativa paralela. La junta debe preguntar regularmente: ¿Dónde está creando valor real la IA? ¿Dónde debería estarlo creando? - Riesgo y ética
La supervisión debe cubrir sesgo algorítmico, ciberseguridad, riesgo reputacional y cumplimiento. Las juntas líderes están formando comités transversales de tecnología y ética para garantizar transparencia y responsabilidad. - Fluidez de la junta en IA
Las juntas deben fortalecer su capacidad interna. Esto implica incorporar directores con experiencia en IA e invertir en educación continua — bootcamps, sesiones ejecutivas y simulaciones de escenarios adaptadas al negocio. - Reportes y rendición de cuentas
Las juntas deben exigir un mapa claro de dónde y cómo se despliega la IA, qué sistemas son de alto riesgo y qué controles existen. No se trata solo de auditoría — se trata de confianza. - Planeación de escenarios
Las juntas deben evaluar su preparación frente a escenarios reales: ¿qué ocurre si un sistema de IA de un proveedor expone un sesgo público? ¿Qué pasa si los reguladores exigen explicabilidad en tiempo real? Estas preguntas ya no son hipotéticas — están ocurriendo.
Lo que dicen los datos
- Solo el 20% de las juntas del S&P 500 tiene al menos un director con experiencia reconocida en IA.
- Menos del 14% incluye la IA como punto fijo en la agenda.
- En América Latina, el 68% de los directores identifica la tecnología emergente como prioridad, pero solo el 43% siente que su junta está realmente preparada (EY, 2025).
- Según Deloitte, el 31% de las juntas afirma que sus organizaciones no están listas para escalar la IA de manera responsable.
- Las empresas que invierten temprano en gobernanza de IA ya están logrando incrementos de productividad y de ingresos del 15–30% (PwC).
De la curiosidad a la capacidad
El rol de la junta no es convertirse en expertos en IA — sino en hacer mejores preguntas, desafiar supuestos y garantizar que la organización tenga la estrategia, el talento y los controles adecuados.
En las juntas con las que trabajo, cuando la IA se convierte en parte de la conversación regular, el tono cambia. La curiosidad se transforma en confianza. La resistencia en rediseño. No se trata de alcanzar a la tecnología — sino de construir la capacidad de liderazgo para usarla con sabiduría.
Preguntas clave para toda junta directiva
- ¿Cuál es nuestra visión de IA para los próximos 3–5 años?
- ¿Cómo estamos gobernando el uso de IA en todas las áreas del negocio?
- ¿Qué riesgos reputacionales y éticos estamos pasando por alto?
- ¿Nuestra junta tiene la preparación suficiente en IA para cumplir con su deber fiduciario?
- ¿Tenemos una estructura clara y responsable de gobernanza en marcha?
Un llamado a la acción
La gobernanza de IA ya no es opcional. Es una responsabilidad fiduciaria y estratégica. Las juntas que esperen a que los reguladores o la competencia actúen primero corren el riesgo de gestionar el pasado mientras otros gobiernan el futuro.
La oportunidad es clara: liderar con intención, aprender con urgencia y gobernar con propósito.
El futuro se está definiendo ahora — y las juntas deben estar en la jugada.